El Método Suzuki renovó las bases de la pedagogía en la educación musical y su éxito, se debe al nuevo enfoque que se presta a través de su enseñanza como medio de interacción, comunicación y crecimiento personal.
De esta forma, Suzuki plantea que al igual que tenemos la habilidad de aprender a hablar nuestra lengua materna, también podemos desarrollar aptitudes musicales,pues la música es el lenguaje universal por excelencia. Por supuesto, éste puede ser aprendido con práctica, perseverancia y constancia.
Todos podemos aprender
La primera característica del Método Suzuki es su incentivo filosófico e incluso, científico, ya que hace énfasis en la voluntad, la individualidad y las capacidades cognitivas de cada persona.
Todos podemos aprender si creemos en nosotros mismos e inculcamos disciplina, paciencia y constancia en nuestro plan de estudio.
Comienzo temprano
Los primeros años son cruciales para aprender a tocar el violín a través del Método Suzuki. Esto se debe al gran reto que implica trabajar nuestra fisiología mientras tocamos el instrumento, debido a sus particularidades bastante inusuales.
En este sentido, existe una ventaja si estimulamos la coordinación muscular desde una edad temprana. Además, escuchar música desde muy pequeños, incluso desde el vientre materno, influye positivamente en nuestro proceso de aprendizaje.
De hecho, Suzuki demostró que, a diferencia de lo que se pensaba tradicionalmente, la clave para desarrollar un futuro potencial en las personas y para crear mejores ciudadanos, estaba en la enseñanza de la música.
Escuchar y repetir
Escuchar la música que deseamos interpretar es importante para que, al familiarizarnos con el lenguaje, podamos repetir adecuadamente lo que escuchamos y adecuarlo a una forma de expresión.
El aprendizaje con otros estudiantes
Debemos estar abiertos al aprendizaje con otros estudiantes de música para ampliar la percepción que se tiene del instrumento y del estudio musical en general. Así, la retroalimentación con otros estudiantes puede ayudarnos a reforzar nuestra seguridad, creando lazos sanos de cooperación y empatía.
La participación de los padres
Los padres son una de las partes más importantes del Método Suzuki. De ellos depende, en gran medida, el éxito y los avances de sus hijos con el instrumento.
Para crear un buen ambiente de estudio, la participación de los padres es imprescindible. Resulta necesario que los padres se comprometan con el proceso de aprendizaje de los niños, ya que la práctica constante sucede mayormente en el hogar.